Los procesos del cuento y la novela

Recientemente alguien me comentó que, a su vez, alguien le dijo que la diferencia entre un cuentista y un novelista es que un cuentista es un novelista de corto aliento. La verdad es que no estoy de acuerdo. Aunque ambos procesos se tratan de escribir una historia y tienen muchas cosas en común, considero que son fundamentalmente diferentes. Por ejemplo, para los cuentos  por lo general requerimos un nuevo mundo y nuevos personajes cada vez. En contrate, la novela en parte se trata de explorar un solo mundo a profundidad.

He oído frecuentemente que el cuento se trata del suceso, mientras que la novela es acerca de los personajes. Pienso que es hasta cierto punto cierto. Para mí, ambos tratan de la transformación de al menos un personaje.

En mi experiencia, la diferencia tiene que ver más con el proceso que propiamente con el aliento. Yo comienzo a escribir mis cuentos con una idea completa en la mente, puede que esta cambie por completo a lo largo del proceso, pero es una primera mirada absoluta. Entonces escribo un primer borrador, el cual termino rápidamente. Después de eso procedo a realizar una serie de múltiples y espaciadas revisiones (a solas o acompañada). El proceso de revisión puede llevarme años. En el caso de la novela para mí ha sido muy distinto (o al menos así se ha sentido). Todo el proceso ha sido tardado y espaciado, lleno de huecos entre un evento del libro y otro, lleno de borradores que no serán parte de la novela, pero sirvieron para conocer mejor a mis personajes.

Siento que aún me falta mucho para terminar mi novela, pero que voy por buen camino. A veces siento que estoy complicando de más mi proceso. Aun así, considero que al elegir usar los arcanos mayores del Tarot como guía, también hago el proceso más llevadero. La estructura que me dan las cartas, me ayuda a encontrar qué es lo que sigue. En ocasiones hago algunos bosquejos de que es lo que viene en los próximos capítulos, pero no una escaleta completa. Esto es porque en el caso de la novela me viene a la mente imágenes o escenas parciales de lo que viene después, pero no una idea completa.

Hace algunos días tuve mi primer encuentro del FONCA. La verdad es que el acompañamiento, en estos tiempos de indecisión sobre si volver a lo presencial o no, se siente muy bien aunque solo sea por el Zoom (pero ya quiero que nos veamos en persona). Hubo un comentario de mis compañeros que me gustó especialmente: date cuenta de que es evidentemente un error, dónde están esos errores que todos podemos encontrar, esa es la mejor forma de corregir tu trabajo.

Acabo de dibujar mi primera versión de El Emperador y espero empezar a escribir el capítulo correspondiente en cuanto haga una revisión general de mis avances actuales. Espero que estén muy bien. Abrazos.

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